lunes, 15 de agosto de 2011

Cronología del nacimiento de una Ciudad Modelo en Honduras


Cronología del nacimiento de una Ciudad Modelo en Honduras

Desde el éxito alcanzado por la República  Popular de China adecuando  su Constitución en el año de 1950 para concesionar el territorio insular de Hong Kong  y convertirlo en un protectorado británico, y la fundación posterior de 14 ciudades modelos más, muchos son los estadistas y jefes de Estado del mundo,  que han soñado y se han inspirado en adoptar un modelo de emporio de desarrollo de rápido crecimiento, que ha sacado de la pobreza a cientos de millones de personas que habitan esas zonas.
Si bien es cierto que en América  Latina los ejemplos no son muy abundantes,  los pocos que se han creado son en la actualidad un complemento importantísimo y  muy significativo en el crecimiento económico y desarrollo social,  que se registra en esas naciones.
La propuesta para incentivar la creación de zonas de rápido crecimiento  y desarrollo Económico  o Regiones Especiales de Desarrollo (RED),  empieza a tomar forma con la llegada a Honduras del economista estadounidense Paul Romer,  quien también es un prestigioso académico de la universidad estadounidense de Stanford, que en la actualidad aplica sus teorías en el continente africano.
Romer explicó a la prensa nacional y extranjera,  durante su visita al Poder Legislativo hondureño,  que  las RED son un  modelo extremo de autonomía o región administrativa especial,  en la que participan otros países en la administración y desarrollo.
La República de Honduras,  dirigida ahora  por una nueva clase política, ha empezado a soñar  también con dejar una patria nueva,  más prospera y con una mejor redistribución de riqueza para las generaciones  de  los próximos 20 años.
Es así como el presidente del Congreso Nacional,  Juan Orlando Hernández,  con una nueva mística de trabajo que ha impuesto en el Poder Legislativo, ha realizado intensas  jornadas de socialización con diversos sectores de la sociedad civil y empresarial,  para articular toda una fórmula que facilite al país,  atraer la inversión nacional y extranjera que impulse rápidamente un sistema  de desarrollo económico, en los territorios que se concesionen y ciudades aledañas.


Desde el éxito alcanzado por la República  Popular de China adecuando  su Constitución en el año de 1950 para concesionar el territorio insular de Hong Kong  y convertirlo en un protectorado británico, y la fundación posterior de 14 ciudades modelos más, muchos son los estadistas y jefes de Estado del mundo,  que han soñado y se han inspirado en adoptar un modelo de emporio de desarrollo de rápido crecimiento, que ha sacado de la pobreza a cientos de millones de personas que habitan esas zonas.
Si bien es cierto que en América  Latina los ejemplos no son muy abundantes,  los pocos que se han creado son en la actualidad un complemento importantísimo y  muy significativo en el crecimiento económico y desarrollo social,  que se registra en esas naciones.
La propuesta para incentivar la creación de zonas de rápido crecimiento  y desarrollo Económico  o Regiones Especiales de Desarrollo (RED),  empieza a tomar forma con la llegada a Honduras del economista estadounidense Paul Romer,  quien también es un prestigioso académico de la universidad estadounidense de Stanford, que en la actualidad aplica sus teorías en el continente africano.
Romer explicó a la prensa nacional y extranjera,  durante su visita al Poder Legislativo hondureño,  que  las RED son un  modelo extremo de autonomía o región administrativa especial,  en la que participan otros países en la administración y desarrollo.
La República de Honduras,  dirigida ahora  por una nueva clase política, ha empezado a soñar  también con dejar una patria nueva,  más prospera y con una mejor redistribución de riqueza para las generaciones  de  los próximos 20 años.
Es así como el presidente del Congreso Nacional,  Juan Orlando Hernández,  con una nueva mística de trabajo que ha impuesto en el Poder Legislativo, ha realizado intensas  jornadas de socialización con diversos sectores de la sociedad civil y empresarial,  para articular toda una fórmula que facilite al país,  atraer la inversión nacional y extranjera que impulse rápidamente un sistema  de desarrollo económico, en los territorios que se concesionen y ciudades aledañas.
El modelo de zonas de rápido crecimiento y desarrollo  o Regiones Especiales  de Desarrollo (RED) que aprobó esta semana casi  por unanimidad  el pleno del Congreso Nacional,  reformando los artículos 304 y 329 de la Constitución,  contó con el aporte de valiosas ideas por parte de los miembros del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) y la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), quienes después de haber escuchado las explícitas  exposiciones del diputado presidente y del grupo de asesores técnicos, decidieron expresar  públicamente su adhesión  y apoyo irrestricto a la ambiciosa iniciativa.
Cronología del nacimiento de una Ciudad Modelo en Honduras
Desde el éxito alcanzado por la República  Popular de China adecuando  su Constitución en el año de 1950 para concesionar el territorio insular de Hong Kong  y convertirlo en un protectorado británico, y la fundación posterior de 14 ciudades modelos más, muchos son los estadistas y jefes de Estado del mundo,  que han soñado y se han inspirado en adoptar un modelo de emporio de desarrollo de rápido crecimiento, que ha sacado de la pobreza a cientos de millones de personas que habitan esas zonas.
Si bien es cierto que en América  Latina los ejemplos no son muy abundantes,  los pocos que se han creado son en la actualidad un complemento importantísimo y  muy significativo en el crecimiento económico y desarrollo social,  que se registra en esas naciones.
La propuesta para incentivar la creación de zonas de rápido crecimiento  y desarrollo Económico  o Regiones Especiales de Desarrollo (RED),  empieza a tomar forma con la llegada a Honduras del economista estadounidense Paul Romer,  quien también es un prestigioso académico de la universidad estadounidense de Stanford, que en la actualidad aplica sus teorías en el continente africano.
Romer explicó a la prensa nacional y extranjera,  durante su visita al Poder Legislativo hondureño,  que  las RED son un  modelo extremo de autonomía o región administrativa especial,  en la que participan otros países en la administración y desarrollo.
La República de Honduras,  dirigida ahora  por una nueva clase política, ha empezado a soñar  también con dejar una patria nueva,  más prospera y con una mejor redistribución de riqueza para las generaciones  de  los próximos 20 años.
Es así como el presidente del Congreso Nacional,  Juan Orlando Hernández,  con una nueva mística de trabajo que ha impuesto en el Poder Legislativo, ha realizado intensas  jornadas de socialización con diversos sectores de la sociedad civil y empresarial,  para articular toda una fórmula que facilite al país,  atraer la inversión nacional y extranjera que impulse rápidamente un sistema  de desarrollo económico, en los territorios que se concesionen y ciudades aledañas.
El modelo de zonas de rápido crecimiento y desarrollo  o Regiones Especiales  de Desarrollo (RED) que aprobó esta semana casi  por unanimidad  el pleno del Congreso Nacional,  reformando los artículos 304 y 329 de la Constitución,  contó con el aporte de valiosas ideas por parte de los miembros del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) y la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), quienes después de haber escuchado las explícitas  exposiciones del diputado presidente y del grupo de asesores técnicos, decidieron expresar  públicamente su adhesión  y apoyo irrestricto a la ambiciosa iniciativa.

Los altos niveles de corrupción en Honduras marcan ya una vieja tradición. Según el último informe de Transparency International, el país está entre los 5 estados más corruptos del continente americano, solamente superado por Haití, Paraguay y Venezuela en ese orden1. Honduras tiene muy elevados niveles de delincuencia y sus ciudades se sitúan entre las más violentas del mundo, según el Índice Global de Paz”2, solo superada en el continente por Colombia, un país que se encuentra aún, en situación de guerra civil. A esta lista se podrían agregar muchos otros problemas que constituyen la preocupación no solamente de los ciudadanos “de a pié”, de los trabajadores o las amas de casa sino también de los empresarios e inversionistas privados, nacionales o extranjeros sin olvidarnos tampoco de los turistas. A todo esto se agrega la incertidumbre política en la que se mezclan altos niveles de polarización social con el tradicional clientelismo político3, el particularismo y una marcada tendencia al caudillismo característica de todas las corrientes políticas en pugna por el control del poder en esta nación centroamericana.